Entradas

Mostrando las entradas de Julio, 2005

Una "clase" de cuentos

Imagen
Eran las 9:14 a.m. de un miércoles, la profesora de literatura, leía teatralmente “El Corazón Delator”, un cuento de Edgar Allan Poe.Su relato se me hizo tan interesante, que empezaba a imaginar con los ojos cerrados, cada instante de aquella narración. Duró entre 15 y 20 minutos, mis compañeros y yo exhaustos de tanta imaginación maquiavélica, nos quedamos mudos al escuchar el fin.Con una voz distinta a la que había utilizado para narrar el cuento, la maestra nos dejó de tarea hacer la entrevista al asesino de la historia.Aquí les presento mi trabajo sin antes recomendar que lean el cuento de Poe, si no lo hacen… puede que no entiendan... Revelaciones de un corazón delator (Continuación del cuento “Corazón Delator” de Edgar Allan Poe) Después de tres años de estar encerrado, me sigo sintiendo nervioso, sin embargo las noches largas y frías aquí, han servido para pensar y seguir creyendo que no estoy loco, todo lo contrario, estoy mas lúcido que de costumbre, si tuviera la oportunidad

Perrea, Dignidad Perrea

Imagen
(Crónica de una fiesta anunciada) Era un punto pensante, entre varios puntos divertidos, algo inusual en una fiesta donde primaba la euforia. Llegar sobrio a un lugar donde el menos ebrio bailaba excitado, fue un logro, ya que me sirvió para analizar cómo es, que la muchedumbre se divierte. Al pasar aquellas rejas de color blanco -que recuerdo porque me dieron el dato, no porque las haya visto-, tenía la misma sensación del primer día de clases en un colegio nuevo, era tan predecible lo de esa noche, que ya me iba acostumbrando a ese sillón que me tocó de trono. En un primer ambiente un foco de 50 wats alumbraba nuestros rostros, estaba acompañado de cuatro personas más, quienes miraban asombrados el “salón de baile” donde los muchachos eufóricos, excitados, ebrios y sudados contorneaban sus cuerpos al ritmo de “eso”, aquel baile que parecía estaba viendo esos reportajes de domingo que suelen hacer en las discotecas del cono norte limeño. Avanzando, entré al salón, totalmente oscuro, c