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Mostrando las entradas de 2006

Extrañame en tu Vereda Gris

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La extrañaba tanto como la primera vez que la acompañó a su casa, dejándola en su puerta: parada con las manos pegadas a las piernas y mirándolo fijamente, y el se alejaba por la vereda gris, volteando de vez en cuando para ver si ella se había movido. Pero no, no era así, ella aun lo observaba, callada como hace unos segundos. Y al perderse entre las calles de veredas grises, la extrañaba, la extrañaba tanto como la extraña ahora.

Conmigo y Contigo

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Tantas noches cuentan las estrellas que han sido iguales, iguales a las tardes y a las mañanas que pasamos juntos. En esa banca, en ese parque con pedazos de nuestros corazones en las manos; sin saber que hacer con ellos. Distrayéndonos con los paisajes que muestra el sol anaranjado de aquellos atardeceres distanciados de los rumores, tan simples y raros como nuestras vidas, unidas por el tiempo y sin saber cuando hablaremos. Duro es no poder hablar y contar esta historia tan dulce y bonita… tan tierna y veloz, vamos bailando entre la gente, que miran sin pedir permiso y tararean en voz alta las melodías que hicimos viendo películas de amor. Ríe feliz y estaré tranquilo. Acaricia mis manos como solo tú sabes hacerlo, pronuncia mi nombre con ese acento exquisito y sonríe cada vez que haga una broma. Te quiero y talvez será un para siempre. Para ti.

La Reina Ema

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Ema apaga sonrisas con la yema de sus dedos. Pequeña, inteligente y de agria dulzura, juega a experimentar. La Reina Ema, como le dicen sus fantasías, hace del amor un cuento de hadas, donde cada capitulo es distinto, no hay enlaces ni frases de transición, disfruta las conversaciones lógicas y ríe de gracias comunes. Fabrica con sus labios besos que se desean, juega con su mirada callada, respira intranquilidad por lo tranquilo y siempre vuelve donde se le espera. Cerca de un parque vive, no en un palacio como una reina, pero si en una torre de cuatro pisos, una torre de color otoñal, con ventanas que acogen al sol y un balcón que sirve de pantalla para los espectáculos que da la lluvia. Sentada a los pies de su torre, al borde de un pequeño jardín la observo: comparte la noche con seres imperceptibles, distingo satisfacción, pocos sueños y algo de romanticismo. Fuera de todos y lejos de mi mismo, pienso que no debí estar ahí, sin embargo disfruto siendo espectador. El verano trae ilu

Tardes de Una Vida

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Y el la esperaba como todas las tardes a las 5:30… Angustiado observaba su reloj cada diez minutos, toda mujer con vestido rojo y zapatillas gastadas eran ella. Las luces amarillas de los postes que adornan la vereda, hacían un pasatiempo cada vez más tenso, el cielo se escondía tras las nubes que lloraban por algún lamento ya pasado, el aire despertaba su cabello y sus manos en los bolsillos apretaban la angustia. En una esquina no tan alegre estaba ella, lo miraba graciosa – como siempre -, le gustaba hacer una película de esas situaciones, tan cotidianas y rosadas como ella misma, con el sencillo vestido rojo de hace unos años y esas zapatillas que ya no veían el suelo. Caminaba lentamente paso a paso, con el amor entre las manos, la ansiedad entre los ojos y la alegría en esos labios rasgados por besos anónimos. Ambos llegaron al jardín donde estaban esas rosas amarillas y rojas, tranquilas e imperturbables, tiernas como una sonrisa. Jugaron lo de siempre -a las miradas perdidas-.

Creo Que Necesito Morir

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¡Urgente! Necesito irme de aquí, estar fuera, alejarme de ti. A algún lugar donde el viento más fuerte y la lluvia más penetrante sean mi distracción, llévame, donde mejor sabes existir, donde el sol sea el mismo para todos los días, endulza mis labios con tu sonrisa y abrigaré tu alma hasta en el más cruel de los inviernos. Vamos y destrocemos el romanticismo ridículo que nos ha hecho presa fácil de aquellos “ridículos”. Vamos, aunque sea un segundo, aunque no te vea.

La Pareja Que Siempre Vimos

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Junto a un árbol casi seco por el pasar de los años, siempre en la misma banca amarilla: el y ella, tomados de las manos, con la mirada fija en sus corazones, disfrutan de su amor como nadie. Buscan respuestas inmediatas sobre un futuro no muy lejano, ella sonríe y el toca su vientre, algo está por venir. Caminan de la mano y nadie sabe sus nombres, solo admiran su felicidad y disfrutan su romanticismo puro e inmutable. Ella es linda y el un caballero, entre las rosas del parque, se pueden ver sus labios rozándose suavemente sin molestar el silencio de la noche, juguemos al amor dicen las aves, y la luna, sigue, deseándoles felicidad. El amor nos afecta tanto, que muchas veces nos hace feliz.

El Amigo Miguel

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Come on! Feel the Chiclayo dice: me quito maestro Come on! Feel the Chiclayo dice: poco a poco Come on! Feel the Chiclayo dice: dejo de extrañar a chiclayo Come on! Feel the Chiclayo dice: pero igual Come on! Feel the Chiclayo dice: que ricos dias gustavo dice: chau

Goles De Tierra

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Una de las cosas para la cual siempre fui malo, es el fútbol, “El deporte Rey” como lo llaman sus más fieles seguidores, en realidad nunca tuve nada en contra de éste. Recuerdo haber jugado algunas pichangas con los muchachos del barrio – siempre era el último en ser escogido, o terminaba de “mantequilla”-. Este deporte invadió el espíritu de todos mis amigos, ocasionando peleas cuando el equipo de alguno llegaba a ser puntero en la tabla – peleas que nunca entendía-, cuando daban inicio a discusiones de carácter futbolístico siempre trataba de cambiar el tema, muy difícil siendo uno contra quince, igual casi todas las tardes de mi absorbida infancia las recuerdo en canchitas de arcos de madera hechos por nosotros mismos, apartándonos cuando pasaba un auto con un viejo gritón al volante. Al terminar la jornada todos corríamos sucios y malolientes a la bodega de un amigo, donde comprábamos la botella de gaseosa más grande que había, entre los muchachos se hacia el “pozo” para recoger lo

Hoy no tengo nada sobre que escribir y quizás por eso escribo

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No he dejado de leer, pero si he bajado el ritmo. Ahora escucho música a un volumen moderado y estoy acabando con las últimas latas de cerveza que tengo. Me he vuelto un poco distraído -más que lo de costumbre-, hay una chica que me interesa y creo que lo sabe, eso me emociona en cierta parte. El sexo se ha vuelto usual, pero sin ánimos de amar se sigue sintiendo vació. Esperemos que esto mejore en los 12 meses que se vienen y no escribí por fiestas porque ¡no se me dio la gana! ¿Qué hacen las flores arriba?