De Marzos y Abriles
Las nubes de media noche ahogándose en un vaso de ron añejo, hacen que versos meditabundos e inexplicables ronden entre los árboles de aquel imenso y estirado paseo, una brisa inquieta cubre de la lluvia, a estos humildes hombres sin tiempo. Que nos devuelvan la tranquilidad del mar que vimos cuando éramos niños, y jugábamos creando castillos de arena en orillas húmedas y calientes, después caminabamos descalzos y olas malcriadas arrebataban nuestras anaranjadas tardes de alegría. Ahora soñamos en hacer un mundo paralelo a lo diferente, religiosamente irresponsables e inadecuadamente sabelotodos, para exigir una cuarta parte de lo que nos corresponde. Quiero que esta noche seas sutil, muy delicada como en abril, donde harías de estas lineas un romance… cuando cada nota de mi agitada guitarra era una canción. Enamorame poesía, que estoy solo, aventurado a tus letras, suaves y profundas, odiosas y distantes… amargamente frágiles, pero siempre pueden amarme. Como hoy, en marzo.