Un Paseo con la Ex

Salir con una ex para mí es una tortura, es que debido al cariño basado en pocos meses de relación y años de conocernos, cada paso que damos me provoca abrazarla o besarla sin pensar en que ella no quiera hacerlo.

*Sólo pasa esto con las ex’s a quienes guardo aprecio, y de quienes siempre llevo en mi el profundo placer que algún día me hicieron sentir. Y no son muchas.

El primer día que la vi estaba sentado al fondo del salón, era la segunda semana de clases y había sólo una carpeta disponible en la primera fila, ella se sentó y lo que más recuerdo es como sobresalía su excelente trasero de la carpeta, y dije: “wow, lo mejor que tiene esta universidad son estas carpetas tan pequeñas”. Pasaron meses de gilear pues la chica es difícil, la que me ha costado más trabajo hasta hoy, en fin.

Ella es mi ex de universidad, tuvimos durante dos meses una relación accidentada – como todas mis relaciones -, pero con cosas bonitas: cómo olvidar las salidas al cine en parejas, luego nos sentábamos en un parque asfixiados de tanto abrazo sin decir nada y nos reíamos al mirarnos sin saber qué hacíamos ahí, las fiestas de la U donde ella apagaba mis cigarros como quinceañera, las olimpiadas donde me escogieron como lanzador de bala y ella fue al estadio y se insoló durante horas para que al final eliminaran mi categoría por falta de participantes, cuando fuimos a tomar helados y yo sólo tenía 15 soles y ella muy audaz pidió una copa de 13, en ese momento perdí el apetito voraz que tenía. La vez que fuimos a misa, y para impresionarla me confesé y comulgué pero me puse nervioso en la cola porque la señora a quien no le di el diezmo me miraba raro, y al regresar me perdí, ella reía desde la otra puerta. Las noches en mi cuarto donde no decíamos mucho y hacíamos demasiado.

Hace unos días fuimos a dar vueltas y a comprar una correa para mi reloj. Ella no ha cambiado sigue siendo exactamente la misma, yo estoy igual también, con el mismo sentido de libertad de siempre. Después de pasear volvimos a mi casa, tomamos vino, fumamos un poco y vimos su novela de las 9. La abracé un poquito, es tan buena onda conmigo que no intenté besarla.

Y ahora que volví a salir con ella sólo esa tarde y recordar todo lo vivido, me doy cuenta que me estoy haciendo viejo y tengo los mismos recuerdos siempre de alguna relación, y nunca un presente romántico me ha durado mucho. Genial.

Comentarios

Amapola dijo…
Colega, compañero, amigo... quién fue la ingenua que te fue a ver al estadio y encima se insoló por las puras cebollas? quién fue la audaz que te dejó sin helado? quién fue la potona que te dejó chino cuando se sentó en la mini carpeta udechina? jajaja yo tengo mis candidatas 8-)

Buen post ah!!...
Un beso.
Ming dijo…
Hola Tavorock,

comprendo la experiencia con la ex. De hecho, relato algo muy parecido en mi último post.

Si quieres, puedes verlo en

http://somoslaelite.blogspot.com

Gracias por dedicarme tu tiempo!!! :)
Romina Gattino dijo…
Son pocas las personas capaces de dejar huellas tan profundas en nosotros. Buen post, abriste mi baúl de los recuerdos.

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